sábado, 18 de agosto de 2007

Diane, me apetece una buena taza de café.


Este verano al fin he tenido la oportunidad de disfrutar de una de las series más impactantes e interesantes de la historia de la televisión: Twin Peaks. Y debo decir que, a pesar de tener sus añitos la serie se mantiene en buena forma y es capaz de emocionar y tener en tensión tanto a los más maduritos como a las nuevas generaciones que la descubran.

Decir que la serie trata del asesinato de una chica del pueblo, Laura Palmer, y de su posterior investigación a cargo del agente federal Dale Cooper es quedarse muy en la superficie. Porque esta serie va mucho más allá, adentrándonos en un mundo casi infernal de personajes excéntricos y situaciones desconcertantes. Y es que una de las mentes creadoras de tal obra es ni más ni menos que nuestro querido por unos y odiado por otros David Lynch, con todo lo que ello conlleva.

La serie tiene una primera temporada casi perfecta, y una segunda temporada en la que hay episodios directamente insufribles, debido a que se centran demasiado en tramas secundarias que no interesan a nadie, y dejan en un segundo plano todas la trama referente al agente Cooper, de largo la más interesante y el verdadero pulmón de esta serie.

No obstante su visionado merece la pena y mucho. Una serie de culto, con capítulos autenticamente estremecedores y que sin duda, no dejará a nadie indiferente.

1 comentario:

Pata dijo...

Llegue aca buscando algo nuevo de Twin Peaks... y cai en tu blog :)
Es de culto!!!
Cada vez descubro más detalles de Lynch que se repiten en sus películas... en la última (Inland Empire) hay muchos giños de la serie...
Saludos
Pata